
El Mar de Aral, con un área de aproximadamente 68 mil kilómetros cuadrados, era considerado hasta no hace mucho tiempo como el cuarto mayor lago del mundo. Situado en Asia Central, entre las fronteras de Kazajstán y Uzbekistán, todo lo que queda hoy de él es un desierto tóxico.
La tragedia ecológica comenzó en la década de 1960, cuando el agua de los grandes ríos que alimentaban la cuenca lacustre fue desviada con el objeto de brindar riego a millones de hectáreas sembradas con algodón...
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